'El curioso caso de Benjamin Button' - No es 'Lawrence de Arabia'

Una de las muchas quejas que le han caído a David Fincher por su última película es que es demasiado larga. Él se ha defendido diciendo que se trata de un problema de perspectiva, que también decían lo mismo de Lawrence de Arabia y que mírala ahora. Una de dos: o Fincher no se da cuenta de lo que dice o de verdad cree ciegamente en este irregular hijo que ha parido.

El curioso caso de Benjamin Button es larga de verdad, casi tres horas son DEMASIADO para lo que nos cuenta, algo que no pasaba en Lawrence. Pero ese no es el principal problema. El mayor lastre de la cinta es que, pese a arrancar de forma maravillosa, va tropezando en sus propios aires de grandeza. Se pueden decir muchas cosas malas de Fincher pero no que sea un mal director. La puesta en escena, la música, la fotografía, el maquillaje y los efectos visuales son impresionantes. Incluso ese sucedáneo digital y anciano de Brad Pitt es entrañable.

La primera hora es impresionante: crea un ambiente, un tono y unos personajes que podemos llegar a querer i comprender. Pero después de la impresionante escena contra el submarino, todo empieza a irse al traste. ¿Los principales problemas? 1) Las constantes interrupciones del tiempo presente con una viejísima Cate Blanchett y una pésima (como siempre) Julia Ormond. 2) Los momentos Forrest Gump en que el guionista se acuerda de si mismo y coloca colibríes como si fueran las plumas en la cinta de Zemeckis. Y 3) El momento Magnolia (también llamado Amelié): después de crear unas reglas del juego claras y precisas durante dos horas, al final los artífices de la película van y rompen la baraja. Tras hacernos creer que nos encontramos ante una historia en off (Benjamin lo explica todo), nos toman el pelo y nos muestran una escena de narrador omnisciente que acaba de tirar por los suelos la poca credibilidad que le quedaba a la película.

Al final, además, se desperdicia todo el aura de tragedia que va acompañando al protagonista en un final tan simplón como previsible. ¡Ah! y cambian al protagonista. Horrible. Tras la irreverente y maravillosa Zodiac, David Fincher ha rodado su film más convencional y soso. Y aunque lo haga bajo la apariencia de lo último en lenguaje cinematográfico, no consigue engañar a nadie. Y que no digan que la culpa es del guionista "que hizo Forrest Gump". Eric Roth también ha escrito guiones excepcionales como Lucky You, The Good Shepard y Munich

Y Forrest Gump le da mil vueltas a Benjamin Button.

Lo mejor: su aspecto audiovisual y Tilda Swinton
Lo peor: que nos vendan gato por liebre

1 comentario :

  1. Me encanta esa mención a los otros guiones de Roth. Alguien que fue capaz de crear algo tan grande como "Munich" no puede ser un maula...

    Un saludo!

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