CRÓNICA DE IN-EDIT BEEFEATER 2013



El Festival In-Edit Beefeater cerró su edición número 11 con 30.000 espectadores que entre el 24 de octubre y el 3 de noviembre pudieron ver hasta 49 películas con un tema común: La música. Se trata principalmente de documentales: biográficos, sobre discográficas o que repasan la escena musical de un país. También encontramos conciertos y rarezas que acaban conformando una oferta única para los aficionados a la música y el cine. 

En esta edición, además, el Festival ha programado sesiones en salas de Madrid, Bilbao y Pamplona. Esto, y la posibilidad de acceder a un buen numero de películas a través del In-edit TV, hace que el In-Edit sea un Festival cada vez más accesible e interesante.

En esta crónica repasaré las once películas que he podido visionar en estos días. Hay notables ausencias. No pude ver 20 Feet from Stardom ni una de las ganadoras, The Punk Singer. Pero lo que me duele en el alma es haberme perdido Narco cultura. Espero poderlas recuperar. Pero vamos al grano, que queda mucho por explicar:


DOWNLOADED
. Alex Winter (2012, EEUU).
Downloaded cuenta el auge y caída de Napster y cómo este servicio de descarga de música puso en jaque a la industria musical. Produce vértigo porque todo el proceso -creación del programa, puesta en marcha, crecimiento, mazazo a la industria discográfica y cierre-  tiene lugar en 5 años. La película está compuesta íntegramente por entrevistas actuales e imágenes de archivo. Sin ningún tipo de relleno o infografía. Asistimos a las reacciones de todos los implicados (ahí está el pulso que mantuvieron con Metallica) y también el agotador juicio que acabó con el cierre del proyecto. Puede que algunos espectadores se pierdan en el discurso técnico (en mi caso me perdí con la jerga judicial) pero se trata de un buen documental que, espero, tenga la trayectoria que se merece.



A BAND CALLED DEATH. Mark Covino, Jeff Howlett (2012, EEUU).

El éxito masivo de Searching for Sugar Man quizás le quite importancia de este documental sobre una banda de punk negra de los años 70. Una estructura similar para un producto igual de sorprendente. En este caso el relato cuenta con la implicación en primera persona de los hermanos que formaron la banda DEATH y que, debido al nulo éxito que obtuvieron con su primer disco, siguieron con sus vidas que nada tenían que ver con la de unas estrellas del rock. Podrían haberse convertido en los pioneros del punk en Estados Unidos, pero por desgracia no fue así.  No quiero explicar demasiadas cosas de este documental por no estropear el viaje. La primera mitad del metraje sienta las bases de lo que pudo ser y, a partir de ahí, asistimos a un retrato muy humano y emotivo de como el destino o la casualidad pueden cambiar nuestras vidas.



MUSCLE SHOALS. Greg Camalier (2013, EEUU).
Esta es la historia de dos estudios (Fame i Muscle Shoals) ubicados en el pequeño pueblo de Sheffield, Alabama. Nadie ajeno al negocio de la música podría imaginar que allí se grabaron los mayores éxitos de los últimos 50 años. Por allí desfilan las mejores bandas del mundo (hablan los Rolling Stones, Wilson Picket, Aretha Franklin...) y allí nacieron grupos míticos como Lynyrd Skynyrd. Muscle Shoals es un peliculón. Divertida, interesante y técnicamente perfecta. Debería verse siempre en pantalla grande pues la obsesión técnica de sus protagonistas se transforma en un regalo audiovisual para el espectador. ¿Una pega? Le sobra misticismo. El director quiere mostrar el alma de protagonista, Rick Hall, a través del alma del pueblo. Bellas imágenes de cascadas, el río, atardeceres y amaneceres. El síntoma Instagram que entusiasmará a algunos pero que a mi, personalmente, me pareció excesivo.




THE SOUND OF BELGIUM. Jozef Devillé (2013, Bélgica).


El propio In-Edit parecía definir The Sound Of Bellgium como un documental cafre y gamberro sobre unos pirados de Bélgica que se lanzaron a las pistas de baile como locos. Pero es el relato exhaustivo y riguroso de cómo (y lo más importante, por qué) este país de Europa se convirtió en el epicentro de la música de baile durante los años 80 y 90. Y retrocede casi hasta el Siglo XIX para buscar algo en el ADN belga que justifique esa explosión. Aparecen todos los implicados y no deja un cabo suelto. El documental acaba con cierta amargura al relatar la súbita muerte de esta cultura de baile a manos de los medios, los políticos y las instituciones. Si sois aficionados a la música electrónica seguidle la pista, porque vale la pena.




GREENWICH VILLAGE: MUSIC THAT DEFINED A GENERATION. Laura Archibald (2012, Canadá).

Durante los años 50 y 60, Greenwich Village, un barrio de Nueva York que nada tiene que ver con la ciudad que nos muestra Mad Men, sirvió de cuna a una generación de músicos rebeldes y concienciados políticamente. Había nacido la figura del cantautor Folk. Don McLean, Richie Havens, Kriss Kristoferson, Bob Dylan... OK, perfecto. Cojamos todos una guitarra y seamos mejores personas. La historia es muy bonita y los viejetes que salen a hablar son adorables. Pero a la película le falta empaque, fuerza y nervio. Y le sobran unas unas infames animaciones hechas con Paint. Muy buenas intenciones para una película normalita y que no sorprende en ningún momento. 



HARRY DEAN STANTON: PARTLY FICTION.
Sophie Huber (2012, Suiza).

Este documental dura 70 minutos, de los cuales la mitad son insertos de películas. Lo cual me hace pensar que la directora se quedó corta de metraje. Y no me extraña porque Harry Dean Stanton no tiene ningún interés en ser filmado. Vemos al actor en su casa, en su bar, en casa de algún amigo... repasando su trayectoria cinematográfica, su amor por la música y la imposibilidad de llegar a ser un triunfador. Eso está bien. Nos acerca a este eterno secundario al que vemos anquilosado, frágil y vulnerable. Incapaz de afrontar viejos dolores. Y queda sobre él un aura solemne y triste. Como digo, ya está bien, pero... ¿Qué haces con un documental sobre una estrella de Hollywood de 40 minutos? Añadir metraje. Y algunos son justificados (La leyenda del indomable), pero otros son una ristra de spoilers. Si no habéis visto París, Texas, hacedlo antes de ver Partly Fiction.



FILMAGE: THE STORY OF DESCENDENTS/ALL. Deedle LaCour, Matt Riggle (2012, EEUU).

Un repaso pormenorizado a toda la historia de DESCENTS y su banda hermana: ALL. De como unos chavales crearon un grupo en el garaje y se convirtieron en un referente para muchos grupos posteriores. De como un grupo puede (o no) sobrevivir sin su cantante. Esta es una historia de superación, lucha y punk. Es un ejemplo de como DEBE ser un documental sobre música. Tiene un montaje y una fotografía de lujo, la combinación de entrevistas y material de archivo funciona a la perfección. La música punk atruena en la sala y destila pasión, amor y emoción. Un Must.



NITSA 94/96: EL GIRO ELECTRÓNICO. Àlex Julià Rich (2013, Catalunya).

Una de las únicas (pero importantes) decepciones del Festival. Me encanta la música electrónica y esperaba de Nitsa lo que prometía: un retrato de la escena electrónica en Barcelona a mediados de los 90. Y es eso... a medias. La película es corta (60 minutos), parece incapaz de concentrarse en un tema y el discurso es totalmente caótico. Se vuelven a repetir una y otra vez algunas ideas mientras que otras no se acaban de tratar en ningún momento. Las declaraciones en grupo... tienen un pase, pero las imágenes rodadas para la ocasión (los niños jugando, la llegada a la discoteca) son de vergüenza ajena  ¡Pero el público del In-Edit estaba encantado! Y apenas he leído comentarios negativos. Imagino que porque el tema nos toca de cerca. Pero Nitsa no aguanta la prueba del algodón. Comparadlo con The Sound Of Belgium y llorad.



TRIANA PURA Y DURA
. Ricardo Pachón (2013, España).
¿Un documental sobre flamenco? !Por qué no! Triana pura y dura fue una sorpresa. Como película luce poco: no hay ninguna filigrana técnica, el montaje es funcional, está construida principalmente a partir de una vieja grabación sobre la que se alternan entrevistas... pero es un relato único y no por casualidad ganó el premio a mejor película nacional. Arranca con un repaso histórico de lo que fue Triana, lo que supuso el éxodo del pueblo Gitano. Después asistimos a la sesión de baile grabada en los años 80. Como dejan claro, la última vez que se bailó el auténtico flamenco de Triana. A nosotros nos parecerá una sesión de baile normal, pero la magia de Triana pura y dura es contextualizar todo lo que pasa en ese viejo archivo de vídeo: quién es y quién fue ese tipo, que representa ese gesto, que es ese tipo de cante... En definitiva, te da instrumentos para valorar como arte algo que hasta entonces solo veías como una curiosidad.



DURAN DURAN: UNSTAGED. David Lynch (2013, EEUU).

Mi último pase en In-Edit y sin duda el peor. Si no sois fans de Duran Duran huid. Si solo sois fan de David Lynch os podéis quedar un rato. Pero al final resulta insoportable. Unstaged son una serie de conciertos editados por directores de lujo y retransmitidos por la red a través de todo el mundo. Terry Gilliam rodó el primero, el de Arcade Fire. En este caso es David Lynch quien se encarga de unir al grupo Duran Duran con imágenes de pesadilla. No hay un solo plano que no esté fundido. Es un encadenado de hora y media con momentos delirantes. Como decía, solo se puede soportar si te gusta Duran Duran. Entonces lo perdonas todo y disfrutas de la música.

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