A menudo me doy cuenta de que veo cine a ráfagas. En ocasiones me paso años sin acercarme a un género cuando, de pronto, me trago cuatro o cinco películas seguidas de terror, westerns, románticas, thrillers , clásicas... o lo que sea. Durante esos días me revuelco en un género, busco sus orígenes y artífices, intento, en definitiva, ponerme al día de un tipo de cine que echaba de menos. Y en esta ocasión, como podrá comprobar quien me lea frecuentemente, me he pasado al cine de terror. La semana pasada ya colgué un post sobre Troma y hoy, reincidente, vuelvo a ello. Ya aviso, también, que me he acercado parcialmente al cine slasher y se notará en siguientes textos.
A lo que iba. El otro día vi El vengador tóxico IV, Ciudadano Toxie, una absurda comedia gore que pretende dar una nueva vuelta de tuerca a un personaje que estaba un poco apaleado. La verdad es que se trata de una película ridícula en muchos momentos, pero hay que reconocer que me reí con algunos gags y que su falta de pretensiones hace que no le podamos echar nada en cara. Es, en definitiva, una película para fans del género que a estas alturas no conseguirá atraer a sus detractores.
No sé si será por falta de memoria, pero recuerdo la primera parte de esta saga (El vengador tóxico, 1985) como un producto mucho más inteligente y atractivo. Era siniestra y su violencia (aunque cómica) causaba un cierto impacto en el espectador. En aquella ocasión se intentaba crear situaciones que fueran, no realistas, pero sí por lo menos coherentes dentro de su demencial contexto. Aquí abundan demasiados elementos fantásticos (el super -pene, el combate infantil) que, por su falta de rigor y por su burda factura, desvirtúan el producto. A demás el guión es únicamente un cúmulo de situaciones hilvanadas por una trama totalmente vacía. Lo que sucede en pantalla no consigue arrastrar al espectador en un sentido dramático y solo sirve para mostrar un nuevo gag, una nueva payasada que, en demasiadas ocasiones, no tiene ninguna gracia. Es una lástima que este tipo de películas, que no tienen que justificarse a través de sus ganancias, no aporten un poco más de riesgo einventiva a los guiones.
Pero no todo es malo y el primer punto a favor es su plantel de personajes ridículos. Toxie apenas hace nada. No recuerdo haber visto un personaje tan inútil en mucho tiempo pero, a cambio, aparece rodeado de un sinfín de imbéciles que resultan divertidos por su absoluta demencia. El mejor de todos es, sin duda, el Sargento Kabukiman, un superhéroe perdedor y alcohólico y con un alter ego drogadicto y vacilón. Y luego tenemos un sinfín de cameos y homenajes divertidos, con Corey Feldman, Eli Roth, Lemmy Kilmeister (Motörhead) Stan Lee, Hugh Hefner Ron Jeremy, el mismo Kaufman ... que logran salvar el escollo de los episodios dentro de la trama. Y los títulos de crédito son simplemente espectaculares, solo hace falta leerlos con atención. Me parece magnífico que, además del personaje y su intérprete, se explique como ha muerto. ¡Bravo!
Por desgracia, todos estos elementos buenos se desperdician por culpa de una desafortunada puesta en escena. El juego entre Tromaville / Amortville es ridículo ya que el director no tiene interés alguno por mostrar más diferencias entre los dos mundos que aquellas que se refieren al comportamiento de sus habitantes. No hay un mundo oscuro versus otro luminoso sino un mundo cutre versus otro más cutre aún. ¿El homenaje a Ciudadano Kane? pretende ser apoteósico pero es de lo más inocentón. ¿Las escenas Gore ? patéticas para los tiempos que corren. ¿El juego de dobles? desaprovechado. Pero más allá de lo que yo pueda decir u opinar, que me vuelvo quisquilloso, opino que se deben seguir rodando películas de este tipo para que sus fans las puedan disfrutar. Y quién no quiera, que no las mire. De hecho, una película que se llama El Vengador Tóxico no puede engañar a nadie sobre sus intenciones...
Lo mejor: el personaje del Sgt. KabukiMan
Lo peor: un nulo sentido del ritmo
A lo que iba. El otro día vi El vengador tóxico IV, Ciudadano Toxie, una absurda comedia gore que pretende dar una nueva vuelta de tuerca a un personaje que estaba un poco apaleado. La verdad es que se trata de una película ridícula en muchos momentos, pero hay que reconocer que me reí con algunos gags y que su falta de pretensiones hace que no le podamos echar nada en cara. Es, en definitiva, una película para fans del género que a estas alturas no conseguirá atraer a sus detractores.
No sé si será por falta de memoria, pero recuerdo la primera parte de esta saga (El vengador tóxico, 1985) como un producto mucho más inteligente y atractivo. Era siniestra y su violencia (aunque cómica) causaba un cierto impacto en el espectador. En aquella ocasión se intentaba crear situaciones que fueran, no realistas, pero sí por lo menos coherentes dentro de su demencial contexto. Aquí abundan demasiados elementos fantásticos (el super -pene, el combate infantil) que, por su falta de rigor y por su burda factura, desvirtúan el producto. A demás el guión es únicamente un cúmulo de situaciones hilvanadas por una trama totalmente vacía. Lo que sucede en pantalla no consigue arrastrar al espectador en un sentido dramático y solo sirve para mostrar un nuevo gag, una nueva payasada que, en demasiadas ocasiones, no tiene ninguna gracia. Es una lástima que este tipo de películas, que no tienen que justificarse a través de sus ganancias, no aporten un poco más de riesgo einventiva a los guiones.
Pero no todo es malo y el primer punto a favor es su plantel de personajes ridículos. Toxie apenas hace nada. No recuerdo haber visto un personaje tan inútil en mucho tiempo pero, a cambio, aparece rodeado de un sinfín de imbéciles que resultan divertidos por su absoluta demencia. El mejor de todos es, sin duda, el Sargento Kabukiman, un superhéroe perdedor y alcohólico y con un alter ego drogadicto y vacilón. Y luego tenemos un sinfín de cameos y homenajes divertidos, con Corey Feldman, Eli Roth, Lemmy Kilmeister (Motörhead) Stan Lee, Hugh Hefner Ron Jeremy, el mismo Kaufman ... que logran salvar el escollo de los episodios dentro de la trama. Y los títulos de crédito son simplemente espectaculares, solo hace falta leerlos con atención. Me parece magnífico que, además del personaje y su intérprete, se explique como ha muerto. ¡Bravo!
Por desgracia, todos estos elementos buenos se desperdician por culpa de una desafortunada puesta en escena. El juego entre Tromaville / Amortville es ridículo ya que el director no tiene interés alguno por mostrar más diferencias entre los dos mundos que aquellas que se refieren al comportamiento de sus habitantes. No hay un mundo oscuro versus otro luminoso sino un mundo cutre versus otro más cutre aún. ¿El homenaje a Ciudadano Kane? pretende ser apoteósico pero es de lo más inocentón. ¿Las escenas Gore ? patéticas para los tiempos que corren. ¿El juego de dobles? desaprovechado. Pero más allá de lo que yo pueda decir u opinar, que me vuelvo quisquilloso, opino que se deben seguir rodando películas de este tipo para que sus fans las puedan disfrutar. Y quién no quiera, que no las mire. De hecho, una película que se llama El Vengador Tóxico no puede engañar a nadie sobre sus intenciones...
Lo mejor: el personaje del Sgt. KabukiMan
Lo peor: un nulo sentido del ritmo
M'agrada molt Troma i el Sgt. Kabukiman és l'amo. Si t'ha agradat aquesta peli mira de trobar Terror Firmer.
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