El equipo artístico (director e intérpretes) suele ser la referencia más habitual a la hora de situar una película dentro de un contexto. Decimos "la última de este director o de aquella actriz". Esto hace que el equipo técnico (maquillaje, decorados, efectos especiales, sonido, efectos visuales, cámaras...) queda en un segundo término, obviando así el fundamental papel que juegan dentro de la producción de un filme. Para acabar con esto, arranco una serie de retratos de cineastas (un cineasta es alguien que se dedica al cine) que también debemos tener en cuenta. El primero fue, post-morten, Stan Winston y el segundo es -aunque le esté robando terreno al Terror Life de Blanch- Tom Savini.
Tom Savini fue durante los 80 y 90 la gran figura del maquillaje y los efectos especiales gore. Sus trabajos prácticamente siempre han ido ligados al cine de terror y fantástico y fue, quizá, uno de los grandes pioneros en el uso de maquillajes y prótesis sangrientas además de ser un excelente director de dobles de acción (otros grandes olvidados). Admite que fue su admiración por Long CHaney (quien creaba y se aplicaba sus propios maquillajes) lo que le llevó a convertirse en especialista en esta técnica y que fué su temporada luchando en Vietnam lo que le encaminó hacia el género del terror. El mismo explica en los audiocomentários de Night of the living dead (1990) que allí descubrió que la expresión de un cadáver es totalmente distinta a la de cualquier otro y que eso se debía transmitir también en el cine.
Vietnam le dejó fuera del rodaje de La noche de los muertos vivientes (1969), pero Romero lo recuperó en la mayoría de sus posteriores trabajos: Marty (1977), Zombie (1979), Creepshow (1982), El día de los muertos (1985) Atracción Diabólica (1988) y le dejó dirigir el remake del primer capítulo de la saga de los muertos vivientes, su gran obra maestra.
También es responsable de los efectos de Viernes 13 (1980), Maniaco (1980), La matanza de texas 2 (1986) y de obras menos Splatter pero donde la sangre también tiene importancia: Red Scorpion (1988), Killing Zoe (1994) o Ted Bundy (2001) su último trabajo en este campo hasta la fecha. Últimamente ha dejado el relevo en otros grandes como el gurú Greg Nicotero, quien también se merece un especial, y se ha dedicado a realizar apariciones como actor en algunas películas del género fantástico, algo que también hacía entonces. No cabe duda que sus apariciones en Knightriders (1981), Innocent Blood (1990), Abierto hasta el amanecer (1996) (aquí aparecian juntos Savini i Nicotero), Dawn of the dead (2004), Land of the dead (2005) o en el díptico Grindhouse (2007) son la vez guiño cinéfilo y un homenaje a una figura clave en el cine de terror de los 70, 80 y 90. No sé si a nadie más le pasa, pero cada vez que lo veo en pantalla le explico a quien quiera que esté a mi lado que "ése de ahí es Tom Savini", y es alguien a quien admiro, venero y (también) envidio. Un auténtico mito, aunque mi acompañante no entienda nada de nada.
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