No creo que en lo que queda de año podamos ver muchas películas tan malas como esta Aprendiz de caballero, una engañosa traducción de la original Virgin Territory. En Italia dejaron claro de qué iba esta desfachatez con el título Decameron Pie, es decir, una adaptación del Decameron, de Bocaccio, para un publico adolescente ("y también estúpido", debieron pensar sus productores). Si aquí se hubiera usado el ya clásico Como Puedas en vez de tomarnos el pelo con este pretendido retorno de Destino de Caballero, nos habríamos ahorrado el precio de la entrada. Por desgracia no ha sido así.
No se puede decir nada de bueno de esta película. Arranca estrepitosamente y no creo que ni siquieira los chicos y chicas de 15 años y cargados de hormonas hayan sido capaces de encontrarle la gracia. El supuesto erotismo que intenta desprender está a la altura de las cintas que Alvaro Vitali (Jaimito para nosotros) rodó en los años 70 y de las comedias autóctonas de Pajares y Esteso. El humor es vergonzoso y vergonzante y la supuesta aventura que parece anunciar el cartel brilla por su ausencia. La banda sonora, aunque no sea especialmente mala, va a su rollo, sin nada que ver con las imágenes y el resultado se asemeja más a un video de comunión casero que a una producción de unos grandes estudios (y respaldada por los Laurentis).
Queda claro desde el primer plano de cinta que las actrices solo se han contratado para lucir tipito (y pechos) con la excepción de la belleza Misha Barton, que no enseña nada de nada. Y si las chicas son poco más que floreros rubios, los actores son mucho peores. Unos paródicos Craig Parkinson i Tim Roth (que alguien me explique de diablos hace aquí) consiguen salvar la papeleta pero el resto produce urticaria de malos que son. El peor de todos, sin duda, Hayden Christensen, ese James Franco de Pacotilla que parece empeñado en enterrar su carrera al aceptar papeles como este.
Aprendiz de Caballero nunca debería haber visto la luz. Que pidan casi 7 euros por ir a ver un bodrio como este es un insulto. Mientras estrenen en las salas películas como esta y, además, intenten vendérnoslas como lo último en cine de aventuras, la piratería estará justificada.
Lo mejor: mmm... esto... ¿Tim Roth?
Lo peor: no ser capaz de salir del cine a media película
No se puede decir nada de bueno de esta película. Arranca estrepitosamente y no creo que ni siquieira los chicos y chicas de 15 años y cargados de hormonas hayan sido capaces de encontrarle la gracia. El supuesto erotismo que intenta desprender está a la altura de las cintas que Alvaro Vitali (Jaimito para nosotros) rodó en los años 70 y de las comedias autóctonas de Pajares y Esteso. El humor es vergonzoso y vergonzante y la supuesta aventura que parece anunciar el cartel brilla por su ausencia. La banda sonora, aunque no sea especialmente mala, va a su rollo, sin nada que ver con las imágenes y el resultado se asemeja más a un video de comunión casero que a una producción de unos grandes estudios (y respaldada por los Laurentis).
Queda claro desde el primer plano de cinta que las actrices solo se han contratado para lucir tipito (y pechos) con la excepción de la belleza Misha Barton, que no enseña nada de nada. Y si las chicas son poco más que floreros rubios, los actores son mucho peores. Unos paródicos Craig Parkinson i Tim Roth (que alguien me explique de diablos hace aquí) consiguen salvar la papeleta pero el resto produce urticaria de malos que son. El peor de todos, sin duda, Hayden Christensen, ese James Franco de Pacotilla que parece empeñado en enterrar su carrera al aceptar papeles como este.
Aprendiz de Caballero nunca debería haber visto la luz. Que pidan casi 7 euros por ir a ver un bodrio como este es un insulto. Mientras estrenen en las salas películas como esta y, además, intenten vendérnoslas como lo último en cine de aventuras, la piratería estará justificada.
Lo mejor: mmm... esto... ¿Tim Roth?
Lo peor: no ser capaz de salir del cine a media película
Ale,
ResponderEliminarEsta crítica, para los que pensaran ir a ver la peli...
Corred insensatos!
Gran blog mestre... segueix així!
Fonoll.